La Pista de Las Goteras tiene una distancia aproximada de 3,1 kms. con una gran pendiente en el último kilómetro, marcando una diferencia de altitud de casi 300 metros (entre los 1.030 en su origen y los 1.290 metros al llegar a la TF-24 en el KM. 13,5).

Puede decirse que el Camino del Madroño o de Las Goteras comienza en la rotonda que encontrarás al final de las calles del Grano de Oro y de Las Vistas (subiendo por cualquiera de las dos). La del Grano de Oro sale justo desde detrás de la plaza donde se ubica el Ayuntamiento del Rosario, en La Esperanza. Para muchos este es el inicio también de la Pista del Rayo, pero en realidad, ésta comienza unos 800 metros más adelante. Es un buen sitio para aparcar e iniciar una ruta.
De hecho, en OpenStreetMap está así definida. La Pista del Rayo sería la que llega hasta el asfalto y la Pista de Las Goteras la que asciende hasta el Pico Las Flores, justo donde encontraremos (subiendo) a nuestra derecha, la Pista de La Esperanza.
Desde la rotonda, ascendiendo, tienes unos primeros 200 metros asfaltados para iniciar luego la pista en sí misma. A tu izquierda verás la última vivienda (la de la imagen) donde podrás leer el nombre oficial del camino. A los 800 metros de subida encontrarás un gran cruce.
De frente continúa (y empieza) la Pista del Rayo, la más conocida e importante de toda la zona, porque atraviesa toda la zona noreste de la isla a una cota media de 1.300 metros de altitud. Bajando encontrarás pistas que van hacia los altos de Aguagarcía y la zona conocida como Cruz de Fune.
La Pista de Las Goteras continúa a tu izquierda (sin señalizar), subiendo. A tu derecha irás viendo la verja de una finca privada que te acompañará durante algo más de unos 500 metros. En el punto kilométrico 1,35 de la pista encontrarás, a tu izquierda, el final de la Pista del Acebiñal (sin señalizar). Sigue hacia el frente, subiendo. Aquí empieza el reto de Las Goteras y sus 300 metros de desnivel.
A lo largo de la pista irás encontrando entradas a un lado y otro. Está prohibido circular por ellas, salvo a pie o a caballo. En general no tienen salida, o la tienen a través de estrechos senderos. Estos caminos que aparecen y desaparecen cada año, son utilizados para la explotación maderera del eucaliptus que podrás encontrar en toda la zona.
En las últimas rampas de Las Goteras verás pequeñas pistas a tu derecha, también sin salida. Acabarás desembocando en el KM. 13,5 (aproximadamente) de la TF-24, unos 100 metros antes de la entrada que te lleva hacia el Pico de Las Flores.

La pista tiene buen firme, ha sido reparada en varias ocasiones y salvo por algunas "petas" que derivan el agua de escorrentía hacia los laterales, podrías incluso transitarla con un vehículo 4X2, aunque precisamente por esos vadenes no es recomendable si no quieres reventar los bajos. Y mucho menos subiendo donde podrías perder tracción en las últimas rampas por la inclinación. Además de que no está permitido para vehículos sin tracción total.
Actualmente (mayo 2025), está autorizada la circulación de vehículos a motor, en categoría A (normativa del Cabildo de Tenerife). Si circulas en todoterreno, piensa que el resto es más débil que tú. Si vas en moto o en quad, cuidado con la velocidad, porque en las curvas puedes encontrar un todoterreno, pero también un ciclista, senderista o gente a caballo.
Además, en la zona suelen pasear gente mayor de la zona alta de La Esperanza. Si vas en bicicleta, al llegar por detrás de los caballos, estos se asustan. Si vas en caballo, aunque tú digas que no son peligrosos, imponen miedo y respeto a ciclistas y senderistas que no conozcan ese mundo.
Y, por último, si eres senderista, recuerda que vas caminando por una pista de uso compartido. Además de darle a la lengua, usa tus oídos y facilita el paso (y los otros, cuando pasen, que te respeten, obviamente).
El entorno natural inmediato:
La Pista de Las Goteras transcurre por una zona forestal de media montaña situada entre los 1.000 y 1.300 metros de altitud, en la vertiente norte de la dorsal de Pedro Gil. Esta zona, aunque no está dentro de ningún espacio natural protegido, presenta características propias de un entorno de transición ecológica entre el monteverde y el pinar húmedo, especialmente en su tramo superior, con áreas de cultivo maderero (eucaliptus).
La vegetación dominante, de hecho, incluye extensas plantaciones de eucalipto (Eucalyptus globulus y E. camaldulensis), utilizadas históricamente para la obtención de madera. En los bordes de la pista y en algunos claros, proliferan especies como helechos, zarzas (Rubus ulmifolius), brezos (Erica arborea), y en zonas más sombreadas, faya (Morella faya) y acebiño (Ilex canariensis), aunque estas últimas en menor presencia y dispersas.
El sotobosque, especialmente en las laderas orientadas al norte, muestra una gran actividad de regeneración vegetal, aprovechando la humedad captada por la niebla, frecuente en la zona durante buena parte del año. No obstante, la alteración por repoblación forestal y las actividades humanas —explotación forestal y tránsito motorizado— han modificado notablemente la composición original del ecosistema.
La fauna presente incluye aves forestales como el mirlo (Turdus merula), el pinzón vulgar (Fringilla coelebs) y en altitudes más elevadas o momentos tranquilos, ejemplares del cernícalo vulgar (Falco tinnunculus). También pueden verse reptiles como el lagarto tizón (Gallotia galloti), endémico de Tenerife.
Haz clic aquí para abrir el mapa en OpenStreetMap.
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